“Es que eso de escribir como la novela es enfadosísimo después de un rato, cuando excepto todos los demás, ya se ha descubierto que falta un estilo propio y definitorio”.
¡pero eso a usted que carajos le importa! Le imprecó ruidosamente al sabio libro que, a pesar de las palabras y el volumen con que fueron pronunciadas, permaneció impasible y sobre todo abierto, orgulloso. Entonces el alumno se desesperó y lo destruyó frente al maestro azorado porque el libro en realidad era muy caro y no daba muestra alguna de dolor al ser partido en dos, tres, cuatro…
ese día, cuando ya era noche, escribió una novela. De haber querido la hubiera podido publicar y era un best seller seguro (recibió una llamada de su agente, asegurándole que ya tenía listo un contrato de 5 ceros por los derechos para la película). Pero entonces llegó el mensajero de multi-pack con quien había una enemistad de años, desde la primaria, cuando se cometieron ofensas, probaría el tiempo, imposibles de perdonar y ya el libro a la cabeza. Suerte para el cartero que no estaba empastado y ni siquiera era un edición de bolsillo (de esas que tanto me gustan) porque las hojas en bloque, así nomás, se desorientan en el aire y duelen un poco menos
libro inédito – destino cabeza – del mensajero - junto con la dedicatoria que le había escrito - a la musa - se perdió como las promesas de amor eterno escritas con impresionante corrección y adecuación a los estándares de redacción universalmente aceptados en las academias y facultades de letras en todo el país, en las primeras páginas del romance-paseo por el parque, las primeras pláticas improbables - te acuerdas? -, las sonrisas increíbles en medio de la fiesta y el cliché a punto de reventar los focos y entonces, un día cualquiera, el mensajero desparramado en la escalera
en cuanto se despierte, mil disculpas
3 comentarios:
hola cara de moco! no lei tu post :s eso es malo?? oye ponte a bajar musica y si encuentras el primer disco de cepillin me lo quemas ^^
Oh mi dios
=)
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