14 de abril de 2010

entrega 1 de 245 punto.... 7

leyendo Rayuela

me es insoportable pasar más de dos capítulos seguidos con los integrantes del Club de la Serpiente. Yo creo que por eso, la primera vez que leí Rayuela tarde más de tres meses en terminarlo y no empezó a gustarme hasta que aparecen Talita y Traveler, que son cirqueros. Lo leí en orden. me negaba a leerlo usando el tablero de dirección como toda la gente que conocía lo estaba leyendo (y que conozco), porque tengo una pequeña obsesión con ser un rebelde (tengo una remera del che y no sé por qué, dicen a veces las barras bravas argentinas, en unos de sus inesperados arranques brutales de intelectualidad) con las cosas más absurdas y según yo trascendentes.

no sé, ¿será así de insoportable estar con intelectuales?, yo sólo una vez he estado con intelectuales aquí en Morelia; eran un grupo de cinéfilos que creían que Tarantino era el director de Hostal y que pronunciaban el nombre de Spike Lee así como suena leído fonéticamente en español (es-pi-que -le), fue divertido, pero no tanto.

pero lo del Club de la Serpiente es diferente, no tanto porque no me gusten el Jazz o el Blues, no tengo nada en su contra y seguro en otra vida me hubieran gustado mucho, pero me parece inacabable su imbecilidad, la mayoría de las veces no me parecen graciosos sus chistes (¿será porque no les entiendo?, debo admitir que sin saber francés y con poca tolerancia a las letras cursivas en otro idioma, algunos capítulos de Rayuela se convierten más en una pintura para contemplar que en palabras que leer) pero sobre todo, no soporto como tratan a la Maga, que es una imbécil, sí, no puede evitarlo, así la escribió ese señor (eso de hacer su ternura y la manera en la que abre sus ojos tan hermosamente cuando no comprende algo -que es nunca- sus únicas cualidades, y que los demás las envidien, tanto, tanto, lo siento, no es suficiente) y es un peligro sólo ser su hijo, pero eso de tratarla como tarada y está bien porque se hace como que no le importa me pone en un dilema moral muy grande, ¿debo odiar a estos personajes y al escritor?, porque portándose así son odiosos, snobs insoportables. Supongo que Cortázar se estaba burlando de alguien, o tal vez no, no entiendo.

pero ahora, leyéndolo salteado usando el tablero de dirección lo disfruto mucho, vaya, los personajes insoportables siguen ahí pero hay capítulos llenos de ese no sé qué que qué se yo que tiene Cortázar que hace que leas y empieces a sentir que estás leyendo algo demasiado, más allá, que no debería ser un libro y que toda la gente y la crítica especializada alaban y dicen amar porque no lo entienden y no quieren verse tontos admitiéndolo; ahora sólo lo entiendes tú, y entonces este libro tan libre e intelectual y desdeñoso es tuyo (como acabar de besar a alguien así y después lees el capítulo 7, pero así todo el libro, esa sensación casi siempre).

incluso a los personajes insoportables los comprendes mejor ahora y siguen siendo insoportables y escuchando Jazz y tomando Cognac porque a mí se me hace que en París el Cognac ha de ser como la Charanda aquí, pero ya dices “aaah, entonces este wey es así, ok, lo odio”. No sé, supongo que tengo algo contra los intelectuales, esto debe ser algo personal, no culpa de Cortázar, que lo único malo que hizo fue morirse y entonces dejar de escribir, mal, mal.

de todos modos no creo que al final de todo me guste más Rayuela que El Libro de Manuel. Manuel, a pesar y después de todo, tuvo más dignidad y tendrá más oportunidades que las que tuvo Rocamadour.

pero no me hagan caso, a mi me gusta mucho leer Rayuela en el baño (me concentro más, no divago tanto y no tengo que releer tantas páginas) , y sé que esa es una profunda falta de respeto porque uno en los retretes sólo debería leer cosas como TvNotas y diarios deportivos como el ESTO y el Récord, no obras maestras de la literatura a veces.