Volverse a enamorar de mentiras.

necesito secuestrarte para mis celos. Depositarte en el rincón de mi mente donde se quedan guardadas mis obsesiones, junto a la canción vernácula y ranchera.

necesito querer a alguien, por lo menos por el drama que implica; a mí tanto que me encanta el drama; cuando estoy sumido en él escribo mejor, me gustan más casi todas las canciones que escucho y no me parece tan absurdo beber hasta embrutecerme un fin de semana cualquiera o incluso entre semana. Vagabundear por las calles con una sonrisa estúpida siempre a punto de trocarse en una horrible mueca de molestia, como de dolor abdominal que es donde de verdad se siente cuando te rompen el corazón. ¿Cosa rara no?

el problema es que no me gusta lo que escribo desde hace meses y supongo que la solución es un poco más de drama: Todo sería diferente si estuviera enamorado de ti y te viera besarte con otro o con otra, si te viera coquetear descaradamente y ser la víctima de la poesía adolescente de uno de tus fans de Bellas Artes, dispensada sin mayor ceremonia para que todos la vieramos en tu facebook o algo así. Frente a mí para verla y odiarla y odiarte porque te quiero tanto y tú eres, ¡oh no!, tan cruel.

pero no es así, te besan y ni me entero, o si me entero como que me da igual, ni siquiera me da una hipócrita felicidad por ti... es como si nunca te hubiera querido...

sin embargo me divertía tanto cuando "te quería", ¿sabes?, y ahora me doy cuenta que mi diversión no tenía tanto que ver con que tú me quisieras de verdad o no. Digo, seguro al primer te quiero sincero que te escuchara no habría sabido que hacer… mierda, probablemente me habría tropezado en un charco de aguas negras mientras tartamuedaba "¿en serio?, oye, ¿estás segura?"

entonces, vuelve si quieres, o no vuelvas nunca. Sólo considera que si vuelves va a ser muy divertido para mí. No sé para ti y no me importa creo. En todo caso, toma en cuenta la posibilidad de que no te quiera mucho.

de lo que sí estoy seguro es que quiero volver a disfrutar las canciones de José Alfredo tanto como antes, cuando venías y me besabas y yo nada más lo intentaba, pero lo intentaba de verdad, supongo, y perdón si tanta duda de mi parte te está matando o no te interesa, total, ya sé que ni me querías.