5 de julio de 2010

en el mundo real, las cosas son diferentes

algo tendrá el cover de Wish you Were Here de Wyclef Jean que me hace querer enamorarme de, una vez más, todo aquello que es poco recomendable. Desde la pizza (una bomba de carbohidratos y calorías que es tan mala para el corazón como una decepción amorosa o deportiva; la peor que recuerdo fue cuando descalificaron a Bernardo Segura en los juegos olímpicos de Sydney 2000, después de que había ganado el Oro en la caminata de 20 km), hasta las mujeres menos recomendables, según una tabla informativa que vi el otro día, donde se especificaban ese tipo de cosas inespecificables.

Resident Evil 3

los juegos de zombies me recuerdan una habitación solitaria en navidad, con eso del frío y del escape de la realidad. Lo que yo ahorita necesito es escapar de los recuerdos, pero me falta la firmeza de pensamientos o el convencimiento necesario que no me falta cuando, digamos, llego y prendo la tele o dejo de tomar mis medicinas para la esquizofrenia. Es que yo no tengo esquizofrenia, le insisto al doctor que me dice “eso es lo que TÚ crees”, "lo que yo creo es que estoy enamorado", “también hay medicinas para eso”, “¿ah sí?”, y me mira con un rencor o incomprensión, que muchas veces son cosas muy parecidas cuando...

She makes a lot of abstract art
She haggles for the cheapest price
She never orders take-out food before ten o'clock at night
She's really into snowmobiles
She owns a lot of nice flashlights
She cares for all the stupid cats that never found their way home

impromptu singin' n' dancin' on the streets, esto es vivir como en un musical y empiezo a dudar sobre las medicinas; tal vez sí sirven de algo después de todo, pero no me decido, ¿quiero vivir en un mundo donde la vida no es un musical donde todo mundo baila y canta con perfecta coordinación de movimientos en las calles, o uno lleno de derrotas inesperadas en el mundial, errores gubernamentales y otras fallas de apreciación diarias por parte de todos?. Pero por otro lado, estas medicinas parecen caramelos; regresemos pues a este consultorio...

***

una doctora me mira con una simpatía que no me convence, mientras tanto la enfermera me mira con una indiferencia que me desespera. Antes de que se enterara que era un paciente habíamos quedado de ir por un trago. Después a una película, pero ahora cada que salgo del consultorio me mira con decepción. Tiene mi expediente y siempre que lo tiene que sacar del archivero lo mira con mucha atención, estoy seguro que sabe todo lo que el doctor no me quiere decir, que ve en mí un caso perdido y está al tanto de todos mis retrocesos.

Siempre había querido decirle a alguien, “oye, ¿puedo invitarte un trago?”.

***

“las pastillas no funcionan, deben ser placebos”, empiezo, desdeñoso de su ciencia.

o con desesperación. Quien sabe, ¿la pornografía?, yo se lo dejo todo a la imaginación; tengo tan poca tolerancia al desamor que prefiero pasar muy poco tiempo ahí.

“ese es mi diagnóstico”, me dice “en realidad no estás loco y esa es tu gran tragedia, la tragedia de muchos” continúa, poeta y reflexivo, “pero a partir de aquí, podemos avanzar, tener verdaderos progresos, no nada más vivir de esperanzas falsas, del arte que todo lo idealiza, sobre todo el amor”, continúa, tranquilizador y crítico de las bellas artes; a punto estoy de brincar, de quejarme y defender cosas que yo mismo sé que son indefendibles. He ido a tantas obras de teatro que tratan de pasar por la expresión de una mente virtuosa, loca y enferma cuando no son más que el fruto de una estructura bien localizada, bien definida: las mayúsculas van aquí, las comas acá, cuidando que las dizque transgresiones no alteren las formas que permiten que haya un plan de estudios

***

después:

“no me importa que tu ortografía no sea perfecta”. Le suplico. “Hay tantas cosas que no me importan”, continúo, “si existes o no, para empezar”, recalco, en franca alusión a mi locura casi completamente curada.

es hora de la resignación, nunca nos encontraremos afuera del manicomio.

Aht uh mi head, j'taime,
From shots that shot above.
Aht uh mi head, things are different.