el destino inescapable en todas las dimensiones y realidades posibles, encuentros predestinados

recuerdos de allá, afuera, cómics de ciencia ficción, ¡time traveling espectacular!, ¡Movie script material!, Damiselas en Peligro, héroes audaces enfretándose a maldiciones de ultratumba y tal vez por ahí, Godzilla. Vibrantes historias de amor, corazones rotos: las bajas visibles en el piso, tapizado de los cuerpos derrotados de los enamorados no correspondidos, de héroes griegos, cualquier romántico sirve.

viajes en el tiempo, a través de muchas dimensiones: encontramos aquí y allá universos paralelos donde los monstruos gigantes que plagan la ficción japonesa en todos sus medios, existen; los zombies asolan las grandes ciudades y han eliminado las poblaciones rurales y los ranchos llenos de recuerdos, melancolía y tradición, comida orgánica y en esos lugares el cielo, aunque esté nublado, es siempre gris. Escenarios apocalípticos, monstruos nucleares, cómics europeos convertidos en la realidad cotidiana.

y en algunas de esas realidades me quiere, en otras no, en otras la quiero yo pero no sabe mi nombre, en otra que recuerdo muy bien,nos miramos tristes, ridículos. La he ido a buscar a todos lados, en todas las tierras, a través de todos los hoyos de gusano y la he encontrado una y otra vez y la he perdido siempre, se me esconde en este diario y a veces arranca las hojas, llena de desesperación. La he encontrado intentando olvidarme, intentando retirarme quirúrgicamente de sus recuerdos con una lobotomía. En otras realidades soy yo el que no desea conocerla, enamorarse perdidamente pero en todos lados existimos invariablemente y de muchas maneras, juntos. En todos lados nos buscamos y rebuscamos y nos encontramos al nacer, nos conocemos y nos amamos… (con el tiempo) odiamos. Perdemos todo y lo ganamos todo, a veces somos felices plenamente pero eso es imposible y reconozco de inmediato que estoy soñando: otra vez el mismo bar, la misma noche estrellada, el mismo poema de Gorostiza sonando en el tercer, cuarto plano; las mismas citas de Murakami y otros autores de moda rayoneadas desordenadas en la pared y prefiero despertar en otro mundo, con otra ropa, junto al mar, en la montaña, en medio de la ciudad pero siempre, invariablemente, en la realidad junto a ella. Desconocida, amante, enemiga, lo que sea pero siempre ella y yo a su lado, espiándola, tratando de olvidarla o de no soltarla. Suplicándole que no me deje ir o ella suplicándome y yo esperando a que se largue: las posibilidades son infinitas pero todo está siempre supeditado a nuestro encuentro y a partir de ahí sucede todo o no sucede nada, el mundo y el tiempo se detienen o apresuran, lo que sea necesario para que nos encontremos ya, aceptemos que no tenemos otra opción más que vivir esto una y otra vez, ella y yo, en este café de Palermo, Morelia, Seattle, Chicago, Tegucigalpa…