19 de julio de 2011

sobre porque no escribo cuando no estoy inspirado

cada que escucho alguna canción triste y estoy de buen humor me dan ganas de escribir. Ahora mismo no estoy de muy buen humor pero si escuchando canciones tristes (el cover de nothing compares to you de los stereophonics), así que no sé porque estoy escribiendo esto, si no tengo muchas ganas. Y en realidad tampoco tengo mucho que escribir; es decir, ni un sólo cuento, ni una mentira que contar. Corro el peligro, cuando no tengo inspiración, de contar toda la verdad, de confesarlo todo, de decir el nombre de todas las personas a las que extraño y las razones específicas de porque se largaron de mi vida. Puedo incluso dar cifras si me las piden. Así que estoy pensando que debería dejar de escribir, debería dejar de hacer cuentas. Debería de dejar de decirlo todo.

podría contarles tal vez, y esto sería, de verdad, muy poco recomendable, que es lo que he estado haciendo estos dos últimos meses… porque han sido los más estresantes de mi vida y porque otra vez me puse a llorar viendo otra película de deportes. Sucede, verán, que sólo lloro cuando veo películas de deportes cuando estoy especialmente triste o sensible, y sólo veo películas de deportes cuando estoy especialmente triste o sensible, así que tal vez nunca sabré si son las películas de deportes las que me hacen llorar o lloro por otras razones, más profundas y complicadas, hasta artísticas tal vez.

verán, este último mes fue el más estresante en la historia de mi corta vida profesional. Así que me encerré en la oficina y a veces en mi cuarto y a veces en algún bar y no pude ni siquiera enamorarme, como suelo hacerlo, de la primer mujer que me prestaba un poquito de atención. Más bien me harté de todo mundo y ahora temo no poder volver a enamorarme y entonces quedarme solo y loco la vida entera. Así que les cuento que, en previsión de esta terrible posibilidad, quizá eventualidad, he comenzado a ahorrar para un playstation 3 o un XBOX 360, y luego para unos dos o tres juegos, que son carísimos. Y ya que estoy en esto… ya sé que detesto los consejitos de vida y más a la gente que me los da en este blog pero, ¿qué me recomiendan que compre?, y sobre todo, ¿qué juegos?. Espero sus respuestas.

así que en resumen, tanto estrés, tanta decepción y tanto desencanto y hartazgo han hecho que no necesite las mentadas pastillas para no soñar que se inventó Sabina (que por cierto yo, un día, como imbécil, fui y pedí en la farmacia donde los dependientes, hartos, me espetaron que me fuera a otro lado con mis ironías y mi triste intento de poesía aplicada a la vida real, que me largara, que había muchos clientes de verdad, etc.). Seguiré siendo contador entonces, seguiré haciendo cuentas mortuarias, seguiré visitando funerarias para ofrecer mis servicios, nada macabros, pero si un cuanto insensibles. Y sobre todo sosos.

el caso es que tuve que alejarme de todo y salí de todo este asunto (un asunto importantísimo, en el que estaba en juego mi reputación y mi futuro profesional) con una nueva desilusión y con cansancio de no poder bajar la guardia ni la velocidad, porque resulta que ahora, todos los días, estarán en juego mi reputación y mi vida profesional. Este aspecto de la vida adulta es el que más detesto: no volver a tener 2 meses seguidos de días enteros donde no tenga que hacer nada, nada en absoluto, y que al contrario, todos los días esté en juego tu reputación y tu vida profesional.

los pintores, por otro lado, no tienen ese problema. Para nada. Ellos, como si cualquier cosa, pueden culpar del fracaso de su obra a la poca cultura del público disponible, o a la falta de público, o a la muerte del arte en general o a cualquier estupidez de esas. Esos cabrones, en su cloaca, en su cuartito de pensión donde siguen viviendo con estudiantes 6 años menores que ellos, la tienen bien fácil.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues un XBOX 360 pa ké me invites a jugar y dejes de ser tán insolente y de escribir tan bonito no?