7 de junio de 2006

Esperanzas mexicanas

Como ya es costumbre, Televisa y las demás empresas patrocinadoras se han encargado de montar una irresponsable campaña en todos los medios donde nos aseguran que esta selección está para llegar por lo menos, a semifinales. ¿Qué intentan?

Advertencia: Los siguientes 2 párrafos no contienen más que insultos y berrinches infantiles.

Corona en uno de los comerciales más irritantes jamás producidos en la historia de la publicidad mexicana (sí ya sé que exagero y no me importa) nos revela “que el futuro ya llegó”, que “regresaremos con la corona” y lo que queda más claro: festejaremos los goles como imbéciles. Que me disculpen pero yo no me junto con esa gente. Llámenme mamón si quieren pero no recuerdo nunca haber visto partidos de fútbol junto a semejantes pendejos, ni con tantas mujeres apasionadas, y menos aún modelos. Además mi felicidad a la hora de un gol es real y no canto canciones estúpidas arengando de forma exagerada con el brazo. Sólo participo en cánticos como “y como no te voy a querer”, por supuesto el GOYA y otros así, que todos saben que no son estúpidos. Muéranse publicistas hijoputenses, vayan a caricaturizar las pasiones políticas o religiosas pero no se metan con el fútbol, por favor.
Y el peor de todos: el comercial de Aeroméxico donde se muestra un mundo alterno, sin lugar a dudas más cercano al Apocalipsis que este, donde un buen día gente de todas las razas y condiciones sociales sueña que México gana la copa. Esto incluye al Luisito Pérez y al Gerardo Torrado de aquella dimensión. Todo indica que en esa realidad alternativa el Tri logrará levantar la copa, ¿pero que pasará con los ingenuotes que crean que el comercial profetiza lo que sucederá en este plano de la existencia? El desengaño puede ser terrible cuando nuestras limitaciones nos vuelvan a alcanzar en octavos de final. ¿Qué pasará entonces? ¿La gente comenzará a comprar “Sol” y dejará de viajar en Aeroméxico apresurando su quiebra como merecido castigo? Perdón voz institucional de PEPSI y Ricardo Lavolpe, pero yo no he descubierto que puedo creer.

Aquí terminan.

No hay registro de euforia y expectativas tan exacerbadas desde Argentina 78, cuando la selección viajó confiada de levantar el trofeo al final del torneo. La gira preparatoria donde se enfrentó a toda clase de equipos europeos, de grande y mediana calidad resultó todo un éxito; se ganaron casi todos los partidos contra rivales de envergadura. Alfredo Tena, Hugo Sánchez y Leonardo Cuellar eran las estrellas. El técnico José Antonio Roca había implantado un sistema de juego que con cada experimento realizado parecía cada vez más y más perfecto. Para hacer lucir mejor las cosas, el grupo que les tocó se veía cómodo: Los partidos contra Túnez y Polonia eran ganables, el único que significaba un poco de peligro era el campeón Alemania. Obviamente se perdieron todos los partidos y el Tri quedó en último lugar.
Me está dando miedo y morbo que vuelva a pasar lo mismo. Esta selección está casi tan inflada como aquella tragedia griega y eso que hasta ahora no ha mostrado muchos argumentos para ilusionar. Claro que desde Estados Unidos 94 la selección juega horribles fases preparatorias y se crece cuando llega el mundial, pero no hay que olvidar que durante los últimos 3 mundiales el Tri ha llegado a la cita del primer partido con la obligación de perder. Cuando las cosas están así la selección invariablemente pasa a la segunda ronda. Es en esa fase, cuando ya se establecieron la confianza y la seguridad dentro y en el entorno del equipo que la derrota se convierte en destino inescapable. Es ahí donde están mis temores: Irán, Angola y hasta Portugal parecen, en el papel, víctimas fáciles de un Tri glorificado y confiado como si estuviera conformado por 23 cracks; la realidad es que los trazos perfectos de campo a campo de Rafa Márquez los recibe un Gringo Castro que en 26 años de vida no ha aprendido nunca a centrar. No Samuel Eto’o.
Sólo espero que se cumplan nuestros sueños o que no hagamos otro ridículo; que no tengamos que soportar una amarga realidad donde nuestra selección siempre pierde y nuestro próximo presidente es un pelmazo. Lo primero es evitable, las leyes y la historia nos dicen lo contrario, pero no puedo negar que a veces los héroes se visten de verde y hacen milagros.

2 comentarios:

noema dijo...

:O hablar de fut es como interesanton para muchos pero leer yo mas de dos parrafos de eso es bastante raro.... de acuerdo o no con lo q dices lo lei namas para saber q decia no te emociones el fut y sus derivados no me interesan jaaa
uy mijo tngo miedo la estupides me persigue

Unknown dijo...

Lamentablemente tienes razón en cuanto a la campaña de la selección para el mundial, ahora a eso súmale que Oswaldo Sánches talvez se vea disminuido por la muerte de su padre. Ojalá (como mexicano ferviente adorador del futbol) y no quede en puras promesas.