18 de junio de 2007

de estatuas, bustos

Canciones de dolor real, pero canciones nomás
Andrés
Calamaro


se me perdió el enunciado y no puede ser que justo ahora, cuando más lo necesito. Ahora mismo voy a buscarlo, entre tus piernas. Así nada más, sin más tiempo para desperdiciar en palabras – ahora me doy cuenta, mientras más las escucho... porque escritas son otra cosa, vaya, tienes tiempo... - ni mucho menos en nuestras indecisiones, y son muchísimas. Empiezo por lo que menos importa; no sé si besarte en los labios o empezar lentamente en cualquier otro lugar impredecible e irme abriendo paso a través ti, hasta encontrarme por fin con tu cara y tus ojos que están bien abiertos hasta que los toco con mi boca

(y después, se repite o me repito, tratando de encontrarla otra vez; su saliva, su sudor, su piel empapada y todo lo demás, en medio de esta nada que me hace sentir ciego, desesperado, enamorado y ciego).


me gusta escribir, me gusta escribirte poemas tontos tontos.

***

su voz, la verdad, suena ya demasiado cansada, como Roger Waters tratando de alcanzar el tono de Wish You Were Here en los conciertos. O tal vez peor, pero para nada tan patético. Calamaro, para empezar, no está tan encabronado con la vida, no le tiene la mitad de la rabia que le puede llegar a tener cualquier persona común y corriente después de dos o tres decepciones amorosas, varias traiciones pequeñas y mentiras grandes, y eso que tiene 60 años. Y canta como si todo el dolor, como si las ganas que tiene de hacer llorar con sus canciones no fueran tanto por joder como por nada... sólo por acompañarte, ahora que ella ya se fue, ¿o te fuiste tú?, que importa, que de cualquier manera no está.

Aquí lo queremos mucho por eso, lo queremos como si fuera Argentina aunque es México y no tiene que ser necesariamente un poeta para admirarlo, para quererlo tanto como Gabo quiere a las putas.


***

los finales son siempre los que me cuestan más trabajo. Antes creía que empezar era el problema: empezar un ensayo, empezar a comer, empezar la película, empezar un estúpido enunciado, empezar a llamar estúpidos a todos los críticos que no comprendan mi obra, empezar mi obra. Pero resulta que lo realmente complicado es terminar. Alguien me engañó en las películas, en los libros, me vieron la cara de imbécil en la poesía en la que ya no confío, Benedetti, Sabines, Calamaro, me timó esa cofradía de poetas locos e imbéciles; la música, me mintieron en conjunto todas las grandes obras de arte y las promesas de amor eterno que nos hacíamos para después ir y terminar en tres meses. Al final, terminé por no confiar en ti como si eso te importara, como si no conociera tan bien tu delicioso gesto de enfado.

este verano, como siempre, está lleno de películas aburridas y sosas, como el último verano que mejor me pasé en la carretera, así nomás, entre paisajes y al final Puebla y la Malinche allá arriba, apagada y traidora. Saludo a mis tíos y a mis primos que ya no veo, hablo con Hugo, que está en Dinamarca haciendo una maestría en no se que madre y un día marca por afortunada casualidad. Siempre es bueno escuchar sus consejos y cualquier cosa que diga, suena a sabiduría y es algo, ese tono de voz, que admiro. Cada quince días, entre los resultados de los experimentos de sus investigaciones físico-químicas complicadísimas y los tragos de vodka con los que se mantiene caliente, despierto y tan lúcido como es posible allá donde hace tanto frío y a veces ni siquiera amanece, va a un concierto de Radiohead... y bosteza cuando me lo platica. Dice que está cansado, pero su voz agotada es como si Karma Police y el ojo deforme de Thom Yorke fueran cualquier cosa.

(ya olvidé todas las directrices de mi editor, he decidido convertirme en un pequeño escritor experimental y estrenar todas mis palabras nuevas en el festival de Sundance, como Diego Luna y Gael con sus, ehem, películas)

el último paso, será necesariamente esconder mis poemas de todos los editores interesados, porque si llegan a parar en la FIL que hacen cada año en Guadalajara... porque un buen día puede que todas mis palabras sean

7 comentarios:

Clementina dijo...

Dudo que el título de tu post se deba al tema que un día platicamos...
Tus alumnos te lo haría, te lo juro.


Termina ese libro, ese que te mantendrá viviendo ojeroso y flaco en el ático de alguna casa de madera fria. Que luego cuando te encuentre muerto te haremos grandes fiestas. A menos que te juntes conmigo y mi máquina del tiempo.

No vi esa película de la marmota.

Pero acaso no suena bonita esa palabra?

Y sí, sirvieron tus palabras, las de ese día, y las que leí ahorita.

Ricardo Santos dijo...

tom Yorke sin ese ojo ciego no serìa lo mismo.

quiero pizza.

cae a grabar mañana

Hannah dijo...

Quisiera ser Ana para poder escuchar con mayor frecuencia tu voz....

Aunque siempre que hablabamos me despedias en el saludo...

Me encanta la idea de imaginarte trabajando entre pescados y mariscos...

Tuuuuuuuuuu
Tu puedes sobrevivir escribiendole poemas a ilusas como yo...
Y vendiendolos junto con tus labios....

¿Asi amaras?

Ciao Birotito....

Espero poder llamarte pronto

M dijo...

Tienes razón.

Lo más difícil no es empezar, yo creo que porque eso cae en manos de la suerte y del destino la mayoría de las veces... Sucede sin que apenas nos demos cuenta.

Lo difícil es terminar, porque nos toca a nosotros decidir y pocas veces estamos dispuestos.

No sé si será lícito o si será trampa, pero lo que yo suelo hacer es no terminar nunca nada. Y si alguien me pregunta, le digo que he hecho como en las películas modernas: un final abierto.

Besos

Pinche Citlali dijo...

como que todos terminamos ahogandonos -relativamente-



Estoy muy pero muy cansada, agobiada también.
Quiero hacer como Homero; bolita, tirarme al suelo y comenzar a dar vueltas... yo se que ya no puedo pero debo.

=( (aqui se representa la palabra dolor)

Pero, Citlalita seguira.

;)

Top Eleven de Lagarto, Inc. dijo...

Estimado VILLANO:

Tengo noticias importantes: el último top está listo para que votes.

Agradezco tu participación, porque ha sido fundamental, también agradezco a los condescendientes, fue algo divertido.
Gracias.
www.topeleven11.blogspot.com

Clementina dijo...

Umm no me acuerdo como me decias antes...

Ah si!

ZOpeeeeeeeee on tas?