3 de diciembre de 2009

Más artes

artes 2: La música

sé que parece que empecé al revés, ya sé, ya sé, si de todos modos iba a hablar de la música, ¿por qué empecé por los mix tapes, que, después de todo, son un arte derivado y dependiente de este?

pues lo hice por una razón. Pero no se las diré, eso ya les toca a ustedes averiguarlo por su cuenta, al leer todo esto. Ahora sólo hablaré de la música que me pone de buenas, la que me pone de malas y la que me quita el humor de olvidar. “Viva la Vida”, es, de momento, la canción que de mejor humor me ha puesto este último fin de semana. No soy fan de Coldplay, pero el otro día mientras buscaba en youtube videos de la final de la Champions League del año pasado en la que el Barcelona le ganó al Manchester United, me encontré con un resumen editado al ritmo esa canción y fue inevitable tener esa conexión.

la música te embriaga, recuerdo que la primera vez que tomé mucho y acabé ebrio la sensación era muy parecida a la de estar escuchando un buen disco de Pink Floyd muy de madrugada, (Wish you Were Here). Y para dormir enamorado, nada como una buena canción, de quien sea, pero una buena canción: inténtenlo, empiezas a soñar antes de dormirte y entonces, cuando por fin entras de lleno al sueño y empiezas a volar sobre las ciudades o a explorar las entrañas de las estrellas o de las vacas, lo haces acompañado de un soundtrack.

esto no es un tratado de la música, es nada más mi opinión no-experta y nada pretenciosa, sonriente digamos, porque en este momento estoy feliz, estoy escuchando una muy buena canción y claro, pensando en ella, por eso perdónenme si me ven un tanto disperso, pero es que yo no bailo, prefiero quedarme sentado en la esquina o afuera de la fiesta; si supiera fumar, fumando, mirando las estrellas, con mis audífonos y sentando en la banqueta, esperando y mirando la calle, las luces hacerse grandes y chiquitas, llorando porque siempre me salen lágrimas cuando bostezo, sintiendo mis manos heladas, escuchando a Mick Jagger you cannot always get y marcando el ritmo con mi pie en el asfalto (y las hormigas imprudentes que pasen por ahí), mirando el frío si es que eso se puede, con un soundtrack de Rock Clásico en mi cabeza,

artes 3: Las películas y la música

But if you try sometimes

you might find

You get what you need

hoy me tocó un taxista parlanchín, que me venía platicando de sus experiencias sexuales y de su pornografía favorita. No estaba seguro si estaba ocultando exitosamente mi incomodidad pero eso es algo que ya no me preocupa, me preocupaba bastante cuando estaba en el taxi (no se fuera a enojar este cabrón) e iba pensando que, después de ver la última película de Tarantino, ahora sí estoy seguro que es un director muy sobrevalorado. Pero sí hay algo que jamás le podré reprochar: nadie utiliza la música como él: es un maestro, es capaz de hacerte creer que lo que estás viendo es realmente bueno aunque en realidad es nada más más o menos bueno, y te droga, conoce mejor que nadie el efecto embriagante que puede tener una buena canción en el momento adecuado: la cámara en super slow motion, la expresión perfecta de frialdad y carisma en los ojos del asesino mirando apenas por encima del lente de la cámara, todo al beat imperceptible de una pista de RZA o de Neil Diamond y ya te perdiste, empezó la violencia y las tomas no se toman en serio pero tu ya no estás pensando en nada, es como ayer que viste a esa chica hermosa en un comercial de tostitos y te perdiste la siguiente media hora de la serie y ¿qué carajos pasó?

o Martin Scorsese. Pensándolo bien, el, también te revienta los tímpanos con tracks perfectamente escogidos del Rock de los 70’s, pero el hace otra cosa, te deja inmerso en la acción, utiliza la música para agudizar tus sentidos al triple, te aturde con los brazos rotos al ritmo de Layla de Eric Clapton; estás viendo un cuerpo inerte de un mafioso descuartizado, pero de repente te das cuenta del hecho inapelable de que eso es arte y de repente te invade una sensación tan placentera que ya nada puede liberarte de la culpa. ¿Querías violencia, ten violencia? Fuck You,

artes 4: Saber esperar

una regla básica de la vida es saber esperar: Saber esperarla aunque llegue media hora tarde. Saber esperar a que sea hora de despertar. Saber esperar a que el vino esté en su punto (¿cómo demonios saben cuando es eso?), a escuchar los efectos que tiene tu mix tape en tu psyche y en tus recuerdos, a ver si los clarifica, los nubla o de plano los nulifica. La vida está echa de ratitos de esperar y de ratitos más pequeños aún de llegadas.

pero yo no sé esperar, si necesitan una conclusión sepan que yo no sé esperar: nunca les dije nada pero les puedo decir de verdad, que no sé esperar. No la esperaba, vaya, por eso llegó y no sabía bien que hacer (si empezar a desvestirla o hacerle el amor nada más levantándole la falda o si de plano no hacer el amor y mejor hacerle el desayuno o qué). Ahora no puedo decir que sepa exactamente que debo hacer, pero sé que debo esperar, y no sabré como hacerlo, simplemente lo haré, a ver como me sale. En mi cabeza hice un mix tape, de sonidos y pedacitos de videos de ella, del sabor de sus besos y de su piel, que es realmente suave, si tuviera que compararla con algo no podría, pero puedo intentar describir que cuando la toco mi mano se resbala, como si no pudiera asirla bien y cuando la beso le muerdo suavemente sus labios pero siento como se le resbalan a mis dientes, así mismo dejo que mi mano se deje llevar, resbalándose en sus brazos o en su espalda, apretándola mientras baja, sin detener la caricia y mientras mi estómago siente mariposas y algo de desesperación porque mis manos no pueden, bien a bien, quedarse en ella, en un punto fijo si no que no pueden evitar seguirla recorriendo, entonces me alejo un poco y la miro y tomo su barbilla, su cuello, sus ojos y su sonrisa mientras me insiste que tiene sueño, que siente que la espío, medio en serio y medio en broma, que hay que ir por un café o algo así, lo que sea para seguir con nuestro cuento,

artes 5: Bellas Artes