9 de diciembre de 2010

3 episodios, posts Jaime Lopezianos.

hola flaca, ya volví a caer.

la casa se volvió a rearmar

about the post-apocalyptic manimals of certain webcomics:

te voy a poner en mis recuerdos y los voy a escribir, después me voy a comer las palabras una por una, dos por dos, los enunciados enteros hasta que no quede nada, o apenas lo necesario que son las hojas de libreta en blanco.

libretitas y libros pequeños, ridículos, pedazos de poesía, de antologías de las poesías ridículas de Jaime López que, pedazo de imbécil, va a enamorarse de una matemática, a ver si no le duele, si no queda como un tonto su corazón, que yo sé, que va a ver

"no sabes exactamente a qué diablos me refiero
cuando digo que las noches son los días que no muero
con tanta palabra rara y tu fuera del poema
sé que vives solamente con la gente de a deveras"

***

---durante el desayuno las cosas no saben igual. No tengo un perro pero si tuviera seguro estaría haciendo el ridículo, como en una canción de Timbiriche. Soy un desastre y eso que jamás ha vivido en esta casa, su presencia ha sido apenas, apenas testimonial; de pisa y corre, demasiado apta para ser recuerdos que me hacen querer escapar lo más rápido posible de esta cocina que apenas es cocina, que me incitan a largarme lejos su imaginada presencia, (más lejos), a ver si ya no regresa, a ver si cuando vuelvo todo está incendiado, sobreentendido y en santa paz.

comprendido ya que el amor, este tipo de amor sobre todo, es tan sincero pero sobre todo ridículo y exasperante. Así que durante el trayecto a la parada del camión, mientras observo con preocupación la maltratada piel de mis manos resecas no voy pensando sólo en la hora, el sol, carajo este calor inmundo e ilógico del invierno---

***

le mentí, le mentí toda la noche y luego le menti descaradamente sobre que no estaba mintiendo, por supuesto. Que esos son los callejones sin salida a los que uno se va metiendo solito con tanta mentira.

no lo sé todo, sé muy poco, apenas un poquito más que nada y estaba sudando frío porque no se diera cuenta, porque no me hiciera una pregunta que no iba a saber responder, como una ecuación matemática o el significado de la vida (42), de las sonrisas idiotas por cierto tienes una ahí, en la cara.

"eres tan pequeña, podría abrazarte toda la noche y, tan fácil, no tendría frío… y es que yo tan estúpido, imbécil, infinitas otras palabras peyorativas, pero es que como se me fue a olvidar el suéter..." pienso mientras digo alguna otra estupidez y que por favor no se entere. O tal vez dije eso, no sé, al rato me acuerdo el café y la gelatina con rompope, todo lo que dijo, "tan frágil y tan peligrosa, tanta risa", sigo pensando una y otra vez; escribir, caminar para entrar en calor.