8 de febrero de 2011

algunos párrafos desordenados sobre temas muy importantes

esto, debería reflejar melancolía, tristeza y pantalones sucios... ropa sucia en general, año nuevo, domingo, un cigarro, España a medio día, durante los 70's. Las películas de Sam Peckinpah (más que de violencia, están llenas de una melancolía brutal, como aguantarse las ganas de llorar en un cuarto lleno de desconocidos).

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siempre he querido escribir cartas insensatas y apasionadas, pero no he tenido a quien escribirle; soy como el coronel pero al revés. Y además las cartas ya no se usan, ni tampoco escribir a mano. El género epistolar ha caído en una gran decadencia.

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entré al bar, al mismo bar de siempre, nerviosísimo porque iba con una amiga con la que me gustaba besuquearme y jugar a que estaba enamorado de ella, teniendo la absoluta certeza de que estaba haciendo uno de los ridículos más grandes y honestos de mi vida. Y luego…

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cuando entré al salón de la facultad para mi primer clase no tenía ganas de hablar con ninguno de los como 60 alumnos que estaban ahí. O tal vez eran menos, pero yo recuerdo a 60 que con el correr de los días eran ya casi la mitad. Me gusta mucho la historia pero descubrí que me gusta más en libros, cómics y revistas que como materia de investigación y que si seguía así iba a acabar detestando hasta a todos y cada uno de los miembros del Heroico Batallón de San Patricio, que son los personajes de la historia mexicana que más admiro. Pero era tan bonito el D.F. que, no sé, estaba yo ahí tan solo como siempre había estado pero lo que me daban eran unas ganas de llorar que me aguante hasta muchos años después. ¿Y se imaginan como sale un llanto después de tenerlo guardado como 2 o 3 años en el pecho, en la cara, en los ojos, en la nariz y en los mocos?, aquello es un espectáculo bochornoso, por supuesto, pero bien liberador. Así que ahora trato de llorar cada que se me da la gana, con la primer película de deportes que tenga a la mano para ayudarme.

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desde que empecé a visitar mi primer bar con cierta regularidad he notado que no puedo dejar de hablar de ellos, pero también sólo ha habido dos o tres bares que me guste realmente visitar.

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¿y cómo ha de ser?, ¿cómo sera?, ¿cómo será? ojalá que no sea igual que todas, no hay mayor desgracia que tener un amor imposible y que sea alguien común y corriente.