12 de octubre de 2011

Querido Diario postapocalíptico (confirmado)

querido Diario, ya fui a explorar el mundo exterior y te traigo buenas y malas noticias. Empezaré primero con las malas noticias: Sigo enamorado. Sigo perdidamente enamorado de esa mujer de la que tanto te conté cuando empecé a escribir en tus páginas, buen diario. Espero que seas comprensivo, digo, yo sé cuantas veces te dije que "maldita" y "bastarda" y "pinche vieja" y "no quiero volver a verla en mi vida" y otras cosas peores que no quiero repetir porque soy un caballero y en ese momento, lo sabes muy bien, yo me sentía muy enojado, encabronado, traicionado y sobre todo, pero esto no lo quería admitir, triste y aún enamorado.

una buena noticia: Tengo muchas cervezas. Traje muchas cervezas querido diario y las acabo de guardar en la hielera y no sabes lo feliz que estoy de por fin tener cervezas conmigo. No recordaba cuanto me gustaba la cerveza ¿sabes?, es buenísima.

otra mala noticia: Lo siento diario, pero parece que los monstruos afuera de la habitación y todo el asunto del fin del mundo no son ninguna metáfora que representa mi miedo al mundo exterior y a volverme a enamorar y a bailar con ella, a verla otra vez y a quererla besar. No querido diario, los monstruos afuera son completamente reales y horribles. Lo más que hay son zombies: son millones y al parecer más de un 80% de la población mundial pre-evento del fin del mundo son ahora zombies con un hambre insaciable por la carne humana y sobre todo por nuestros cerebros. La peor noticia es que estos zombies, aunque en avanzado estado de descomposición son increíblemente difíciles de matar y tardan hasta décadas en descomponerse por completo y volver a "morir" de forma natural, así que estarán por mucho tiempo con nosotros, querido diario.

pero eso no es lo peor, lo peor es que además de zombies, por las noches salen a cazar a los pocos supervivientes otras criaturas horribles: vampiros y otros monstruos que siempre han vivido en la parte más honda de nuestro mundo, en la absoluta penumbra y que sólo ahora que las tinieblas dominan la mayor parte del día (sólo hay dos o tres horas de luz natural al día ahora, querido diario) salen al mundo exterior sin pena a devorarnos y que los humanos llaman "larvas".

pero bueno, creo que el lado bueno de todo esto es que no estoy delirante, ni loco ni tengo un trastorno alucinatorio provocado por un trastorno raíz del tipo psicótico o esquizofrénico, querido diario. Sólo sufro del estrés y los problemas mentales normales que cualquier persona tendría si vivera en un mundo donde la civilización se colapsó por culpa de un virus que provocó además de una invasión zombie que ellos, los vampiros y las "larvas", sean ahora los amos y señores de este mundo.

vámonos a otro lugar, querido diario, porque aquí ya no es seguro. No se me vayan a olvidar las cervezas, que son un elemento básico de supervivencia en cualquier mundo postapocalíptico.

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